07 de junio PIN Money”, una herramienta para la serenidad y sensación de abundancia.
Una reflexión inspiradora sobre el antiguo concepto de pin money y cómo podemos adaptarlo hoy como una práctica consciente para cultivar pequeños placeres, bienestar emocional y libertad financiera, s
07/06/2025
Descubrí el concepto de “pin money” en el libro de Sarah Ban Breathnach, Peace & Plenty, y en seguida supe que debía incorporarlo en mi vida para alcanzar tanto la serenidad financiera como el lujo, conceptos que a menudo parecen contradictorios.
Podríamos traducir pin money literalmente como “dinero para horquillas” o “dinero para alfileres”, lo que, trasladado a nuestra época, equivaldría al dinero reservado para pequeños gastos o deseos personales.
Catherine Howard, esposa del rey Enrique VIII de Inglaterra, introdujo en Francia la moda de unas horquillas estilosas, usadas para sujetar el sombrero. Durante la época victoriana tardía, los sombreros ornamentados —adornados con pájaros, flores y otros elementos recargados— requerían una sujeción firme, y estas horquillas cumplían esa función, asegurándolos ante movimientos bruscos.
Con el tiempo, estas horquillas se convirtieron en auténticas joyas del vestuario, elaboradas con materiales como plata o ébano, y hoy son muy valoradas por los coleccionistas. Sin embargo, no eran baratas, y se volvió costumbre que el marido o el padre de una mujer le diera una pequeña suma adicional a su asignación anual para ropa, conocida como pin money. Esta cantidad no solo servía para comprar las deseadas horquillas, sino también otros pequeños lujos necesarios como cosméticos, agua de tocador, bombones o novelas.
Así nació un ritual de Año Nuevo: la compra de horquillas cuando las tiendas presentaban las nuevas modas en sombreros y accesorios para la temporada. Las mujeres abrían entonces sus pesados sobres blancos, llenos de monedas brillantes, que les habían sido entregados por los hombres de su vida en Navidad.
Aunque hoy ya no usamos sombreros pesados ni horquillas decorativas, aún podemos aplicar el concepto de pin money en nuestras vidas, con el simple objetivo de alegrarnos la existencia. Podemos utilizarlo para comprar aquello que nos mime y nos genere una sensación de abundancia.
Iniciar nuestro propio pin money nos dará satisfacción tanto al acumularlo como al gastarlo. Verlo crecer nos transmite serenidad y elimina la culpa al darnos pequeños caprichos. Aunque hoy muchas mujeres somos económicamente independientes, los ingresos suelen estar comprometidos: hipoteca, colegio, comida, etc. Y, si no me equivoco, los pequeños lujos rara vez tienen una partida asignada.
¿Tenemos en nuestro presupuesto un espacio para nuestros placeres personales?
No importa si lo tenemos o no; crear nuestro propio pin money lo soluciona. Podemos empezar ahora mismo, recogiendo las monedas sueltas que encontremos por casa —bajo los cojines del sofá, en el mueble de la entrada— y guardándolas en una jarra, sobre o cualquier recipiente que designemos como nuestro “pin money”. Disfrutaremos al oír el “clink” de las monedas y trataremos de añadir algo todos los días.
Mientras ves crecer tu pin money, puedes ir creando tu propia lista de deseos: pequeños lujos asequibles que te llenen de alegría —un buen café, un jabón aromático, una orquídea en una maceta…—. Esta lista puede formarse con recortes de revistas, catálogos o cualquier imagen que te ayude a visualizar lo que realmente deseas. No censures tus gustos. La lista no tiene límites; ya decidirás después en qué gastar tu “tesoro”. Tener la posibilidad de acceder a esos placeres disipa la sensación de carencia y te hace un poco más feliz. Es muy probable que, con el tiempo, ya no desees muchas de esas cosas. ¡No importa!
Mantener una hucha de pin money nos ayuda a valorar las pequeñas cosas y los lujos accesibles que realmente amamos, y que, al incorporarlos a nuestra vida, incrementan nuestra sensación de bienestar. Además, al dar un poco de tiempo antes de comprar, descubrirás que muchas cosas, en realidad, ni las querías ni las necesitabas.
Uno de los secretos de una vida feliz son los continuos pequeños placeres.
Iris Murdoch