19 de junio- Hygge: la felicidad que se enciende con una vela y una taza caliente
Filosofía danesa que celebra la calidez, la sencillez y el bienestar en los pequeños momentos cotidianos. Explora su historia, significado y cómo aplicarlo para vivir con más presencia calma
Hace un par de inviernos, una amiga me regaló un pequeño libro de tapa suave, con dibujos de mantas, velas y tazas humeantes. Se titulaba El libro del hygge, y aunque al principio pensé que era otro de esos manuales de autoayuda disfrazados de estética, lo abrí con curiosidad. Lo que encontré dentro no era una fórmula mágica, sino algo mucho más cercano: una forma de habitar los pequeños momentos, de darles valor y hacerlos hogar.
Desde entonces, el hygge se convirtió en una especie de brújula emocional para mí. Lo siento cada vez que apago las luces grandes y enciendo una lámpara cálida para leer. O cuando preparo una sopa lenta un domingo, sin prisa y sin teléfono cerca. También en las charlas nocturnas con amigos, cuando nadie mira el reloj y todos estamos, simplemente, ahí.
En danés, hygge no se traduce fácilmente, pero se siente como estar a salvo, en paz, en presencia. Es crear refugios cotidianos en medio del ruido, construir nidos en lo ordinario. Es esa manta en el sofá, ese café que huele a hogar, esa risa compartida sin guion. Y curiosamente, se parece muchísimo a todo lo que intento capturar en este blog: los pequeños placeres, las pausas conscientes, los instantes que no hacen ruido pero que sostienen el alma.
Como ocurre con los conceptos japoneses que hemos explorado —natsukashii, komorebi, yūgen—, el hygge también nos recuerda que la belleza y la calma están en lo sutil. No hace falta una gran ocasión para sentirnos bien. A veces, basta con una vela encendida, una manta suave y el permiso de no hacer nada.
Porque al final, ya sea en japonés, danés o en nuestro idioma cotidiano, hay una verdad común: el bienestar no siempre está en lo que se alcanza, sino en cómo se vive lo que ya tenemos.
Un poco de historia
La palabra hygge (se pronuncia “hoo-gah” o “hoo-geh”) proviene del nórdico antiguo hugr, que significa “mente”, “ánimo” o “pensamiento”. Con el tiempo, evolucionó en las lenguas danesa y noruega hasta convertirse en un término que expresa bienestar emocional, conexión, refugio y confort. Apareció por primera vez en textos daneses entre los siglos XVIII y XIX, y desde entonces se ha convertido en una parte central de su identidad cultural.
Dinamarca, conocida por sus inviernos largos, fríos y oscuros, encontró en el hygge una respuesta emocional y colectiva a la dureza del clima. Pero más allá del clima, es también una filosofía de vida que ha ayudado al país a figurar constantemente entre los más felices del mundo. Y no, no se trata de decorar la casa como un catálogo nórdico, sino de algo mucho más profundo: relaciones significativas, presencia plena y bienestar cotidiano.
¿Qué es exactamente hygge?
Podríamos decir que hygge es un abrazo emocional. Un momento en el que te sientes contenido, tranquilo, a gusto. Puede vivirse a solas o en compañía, en casa o al aire libre, durante una comida sencilla o mientras se contempla una vela. Es una pausa intencional. Un suspiro.
Algunos ejemplos:
· Una cena sin móviles, con velas y conversación lenta.
· Leer bajo una manta mientras llueve afuera.
· Cocinar una receta heredada con tus hijos o tus padres.
· Ver una película antigua con alguien querido, sin distracciones.
Lo esencial es que haya simplicidad, conexión emocional y una atmósfera que invite a bajar la guardia.
🕯️ Elementos que componen el hygge
1. Luz cálida y tenue: Velas, lámparas con luz ámbar o fuego de chimenea son clave para crear una atmósfera acogedora.
2. Texturas suaves y naturales: Mantas de lana, cojines mullidos, alfombras gruesas, cerámica artesanal, madera.
3. Compañía sin agenda: Compartir con otros sin la presión de hacer o rendir. Solo estar.
4. Presencia consciente: Disfrutar de un café, escuchar música suave, o simplemente observar la lluvia caer.
5. Sensaciones reconfortantes: El olor de una comida casera, un libro leído por segunda vez, una charla al atardecer.
¿Te suena?
🌱 La filosofía emocional del hygge
El hygge no es una moda; es un estado emocional que se elige. Como lo define Helen Russell: “la ausencia completa de todo lo irritante o emocionalmente abrumador”. Es un antídoto contra el estrés moderno, la prisa constante y la sobreestimulación digital. Una forma de cuidar la mente y el corazón a través de lo cotidiano.
Entre sus beneficios se encuentran:
· Reducción del estrés (menor cortisol).
· Mejor calidad de sueño y relajación.
· Estimulación de hormonas del bienestar como la oxitocina y la serotonina.
· Refuerzo del sentido de pertenencia y comunidad..
Cómo aplicar hygge en tu vida
· Crea tu rincón hyggekrog: una esquina cómoda con manta, vela, libro y silencio.
· Ilumina con intención: apaga las luces blancas; enciende lámparas suaves, guirnaldas o velas.
· Planifica noches lentas: sin pantallas ni distracciones, solo presencia y conexión.
· Cocina con ritual: transforma lo cotidiano en ceremonia.
· Camina sin prisa: escucha música suave, huele el café, disfruta el aire.
Si llevas tiempo leyendo este espacio, sabrás que aquí hablamos de lo sutil: de momentos como ver la luz filtrarse entre las hojas (komorebi), del recuerdo cálido de una canción (natsukashii), o de la belleza que no se puede explicar con palabras (yūgen). El hygge es primo hermano de todos estos conceptos. En lugar de buscar el bienestar en grandes logros, lo encuentra en la calma, en lo íntimo, en lo que ya está aquí.
📘 Libros recomendados para profundizar
1. El libro del Hygge – Meik Wiking
El más influyente. Escrito por el director del Instituto de la Felicidad en Copenhague. Claro, visual y práctico.2. Hygge. La receta de la felicidad – Marie Tourell Søderberg
Testimonios reales, imágenes inspiradoras y una mirada íntima.3. Cómo ser feliz al estilo danés – Helen Russell
Divertido y reflexivo, basado en la experiencia real de vivir en Dinamarca.4. Hygge: El arte danés de la felicidad – Louisa Thomsen Brits
Poético y profundo. Ideal si te atrae más la filosofía que la decoración.5. The Art of Hygge – Jonny Jackson y Elias Larsen
Visual, simple y práctico. Una buena introducción para empezar..
El hygge no es algo que compres; es algo que eliges practicar. Es una actitud ante la vida que entiende que el bienestar no siempre grita, a veces susurra. Y si aprendes a escucharlo, descubrirás que los momentos más simples —una taza caliente, una conversación sin prisa, una vela encendida en silencio— pueden sostenerte más de lo que imaginas.
Y tú, ¿ya has tenido un momento hygge esta semana?