🎬✨ 8 de julio — ¿Practicas la filmoterapia?
Descubre qué es la filmoterapia y cómo usar el cine como refugio emocional. Ideas prácticas, ejemplos y un homenaje a esas sobremesas de película en familia. 🎬✨
Filmoterapia: el refugio secreto que aprendí viendo pelis con mi familia
Cuando era pequeña, las sobremesas del fin de semana tenían un sonido muy particular: el de los cubiertos tintineando después de la comida, la voz de mis padres charlando sobre cosas que yo apenas entendía… y, sobre todo, el murmullo de la tele encendiéndose cuando por fin alguien decía: “¡Poned la película!”
En casa no había mucho donde elegir. Solo dos canales, así que la magia era doble: la sorpresa de ver qué tocaba y la emoción de reunirnos todos alrededor de la misma historia. Mi hermano se estiraba en el suelo, mi madre preparaba un café para la sobremesa y yo, a veces, acababa dormida en el sofá mientras Gregory Peck o Audrey Hepburn seguían viviendo aventuras que, sin saberlo, me enseñaron que las películas podían ser una forma de entender la vida.
Con el tiempo, aquellos domingos se transformaron. Llegaron los videoclubs, después los DVD y más tarde las plataformas de streaming. Hoy podemos ver lo que queramos, cuando queramos… pero a veces me pregunto si no hemos perdido algo por el camino: esa forma lenta, casi ceremonial, de ver cine como quien abre la puerta de un refugio.
Lo que no sabía entonces es que estaba practicando algo que tiene nombre: filmoterapia. Puede sonar a término clínico, pero la hemos vivido todos alguna vez, sin darnos cuenta. Es tan simple y tan mágico como dejarse cuidar por una buena película. Dejar que una historia proyectada en una pantalla —pequeña o enorme— nos devuelva algo que creíamos perdido: la risa, las lágrimas que no salían, el valor para decir “no pasa nada, mañana será otro día”. Es permitir que una historia te abrace cuando no sabes cómo soltar lo que sientes. Que te haga reír cuando la tristeza pesa demasiado. O que te haga llorar por fin cuando llevas semanas tragándote las lágrimas.
El concepto de filmoterapia nació casi al mismo tiempo que el cine. Ya en los años 40, algunos psicólogos se dieron cuenta de que ver películas no solo entretenía: ayudaba a expresar emociones, a desbloquear silencios, a sanar. Con el tiempo surgieron programas terapéuticos que usaban el cine como herramienta para trabajar duelos, miedos o traumas. Hoy se aplica en hospitales, terapias grupales, escuelas… pero no necesitas ningún diploma para practicarla en casa. Basta con dejar que una película te hable cuando más la necesitas.
📽️ El cine como refugio (y como espejo)
Si pienso en mi propia vida, la filmoterapia empezó mucho antes de que yo supiera qué era. Volviendo a esas sobremesas familiares alrededor de la tele, comentando cada escena, emocionándonos juntos. O aquellas visitas al cine el día del espectador, cuando ir todos era casi un ritual: entradas baratas, palomitas compartidas, carcajadas y silencios cómplices cuando la luz se apagaba.
Sin saberlo, cada película nos enseñaba algo: a soñar más grande, a llorar sin culpa, a amar más libremente, a ponerle cara a nuestros miedos. El cine siempre ha sido un espejo donde mirarnos y, al mismo tiempo, un refugio para descansar de todo.
🍿 Cómo practicar la filmoterapia hoy
Ahora, con todo tan digital y tan inmediato, parece que ver cine es solo “pasar el rato”. Pero podemos darle la vuelta y convertirlo en un ritual consciente, un pequeño bálsamo para el alma. Aquí tienes algunas ideas sencillas:
✅ 1. Crea tu propio maratón temático
Escoge un tema que te toque el corazón: películas que te hagan reír cuando necesitas sacar la tristeza, clásicos que siempre te devuelven la fe en la humanidad o cintas que te ayuden a mirar la vida con otros ojos. Ponlas en una lista y disfrútalas sin prisa.
✅ 2. Visita una biblioteca o una librería
Muchos olvidan que en muchas bibliotecas públicas puedes alquilar películas. También puedes perderte entre estantes de libros de cine, guías de directores o biografías de actores que marcaron una época. Descubrirás joyas que no sabías que existían.
✅ 3. Crea tu lista de recomendaciones soñadas
Usa una libreta bonita, una nota en el móvil o una página en tu bullet journal. Anota los títulos que te recomienden, los que un día viste a medias y quieres recuperar, esos que siempre dejas para “algún día”. Verás qué placer tachar uno tras otro.
✅ 4. Usa herramientas como JustWatch
¿Dónde ver esa película que tanto deseas? JustWatch es una aplicación (y web) que te dice en qué plataforma está disponible. Así no pierdes tiempo buscando y dedicas más tiempo a disfrutar.
✅ 5. Comparte el momento
Si puedes, recupera esas sobremesas de cine. Invita a amigos o familia a ver una peli juntos, con mantas y algo rico para picar. O hazlo solo, pero con la misma ceremonia: apaga el móvil, elige tu snack favorito y deja que la historia te lleve.
🎞️ Porque a veces el cine también nos salva
Dicen que todos deberíamos tener un puñado de películas a las que volver cuando no sabemos por dónde seguir. Esas que te recuerdan quién eres, que te acarician el miedo o te devuelven la carcajada que creías perdida.
Practicar filmoterapia es, en el fondo, volver a ser niños sentados frente a la tele, sin juzgarse por llorar con una escena o reírse a carcajadas en la parte más tonta. Es amar el séptimo arte como cuando solo había dos canales y cada estreno era una fiesta. Es dejarse cuidar por la luz que se apaga… para encenderse por dentro.
No sé tú, pero yo sigo practicándolo. A veces necesito volver a esas sobremesas familiares, aunque sea sola en mi sofá, con una manta, una taza caliente y la luz apagada. A veces me curo viendo a Meg Ryan tomando un café, a Atticus Finch defendiendo lo imposible o a Minny Jackson recordándonos que todos merecemos respeto. Realizo mi maratón anual de “Ana de las tejas Verdes”, o comparto películas con familia y amigos.
No importa si lo llamas filmoterapia, cine sanador o refugio. Lo importante es recordarnos que las historias no solo se ven: se viven, se respiran y, a veces, se convierten en un abrazo que dura toda la vida.
✨ Y tú, qué película necesitas hoy?
Cuéntamelo en comentarios: ¿cuál es tu refugio cinematográfico?
Tal vez entre todos hagamos la mejor lista de filmoterapia del mundo. Y entre todos volvamos a sentir esa magia de la sobremesa, cuando había solo dos canales y toda la familia cabía en un mismo sofá.
Hoy me pide el cuerpo una de aventuras clásica o cine negro de toda la vida. Difícilmente defraudan.
Gracias por tu apoyo.